San Luis

jueves

LA HISTORIA DE XIMENA

ANOREXIA Y BULIMIA

La historia de Ximena:

Esta investigación se realizó en el mes de febrero y se concretó el mismo día que llegó Ximena a San Luis, con una entrevista en vivo, exclusiva para Investigaciones, luego de estar meses internada en una clínica de Mendoza.
La entrevista fue en la casa de Ximena el 23 de febrero de 2007.
PRODUCCION Y REALIZACION: MARIA JOSE CORVALAN

Ximena tiene 21 años, y desde los 16 que pelea contra la anorexia.
Después de varios meses sin ver su ciudad, sus amigos y su casa, volvió a San Luis, y habló con nosotros con la confianza y la calidez que solo da el hogar.
Ximena se ve delgada, con el cabello muy corto, por un remedio que le cayó mientras estaba internada, pero con ánimo, y mucho mas tranquila, “por estar de vuelta”. En su casa, de construcción de barrio, aún se conserva su habitación intacta, y su hermanito más pequeño, le alcanza el yogurth mientras hace la nota, “para que no se le pase la hora”. Esta es la historia de Ximena.
A los 16, hizo su primera consulta médica y le diagnosticaron otra cosa: “ Sra. Su hija es celíaca”, fue la noticia que Nicolaza, la madre de Ximena recibió en ese momento.
Ya a los 16 pesaba 50 kilos, y era más delgada que el resto de sus compañeras.
“ Yo creo que me sentía un poco mal en la escuela por ser diferente. Yo venía del campo y nunca me integré con mis compañeras. Lo mismo pasó cuando empecé la Facultad para estudiar técnico en computación.”
Su mamá recuerda que por esos años, y hasta que co0menzó con la parte grave de la enfermedad, Ximena vivía con su abuela, pero tenían una relación estrecha con su madre, su nuevo marido y sus hermanos.
“ Cuando empezó la facultad, notamos que no comía, que se alejaba de la mesa, se encerraba en su pieza, y luego tiraba lo que le llebavamos para comer. También notamos que se iba caminando a clases y también volvía así, porque quería quemar grasas. Nada nos parecía normal, pero seguíamos con el tratamiento para celiacos.” Comentó Nico, mientras cebaba unos mates.
“ Yo me veía gorda, en lo único que pensaba era en bajar de peso, y cada gramo contaba. Si me hacían tomar un te o una taza de leche, me iba a correr para bajarla. Estaba obsesionada y no pensaba en otra cosa. Yo me pasé años viviendo así, y nunca me enfermé ni me sentí mal. Tenía energías para caminar, correr y no comer. De hecho, yo llegué caminando a que me internaran, y después me enteré que hasta estuve muerta unos minutos.”

Ximena, ingresó al Hospital mendocino Teodoro Schestakow, ubicado en la Localidad de San Rafael, con solo 28 kilos, anorexia crónica y un estado de desnutrición severo. Su médico, director del ALDA Asociación de lucha contra los desordenes alimentarios, Dr. Eduardo Garzuzu, dijo que “su situación es delicada y hay que ver como evoluciona su sistema nervioso, metabólico y cardiovascular.”
Ximena reconoció que la parte más difícil para ella fue aceptar que estaba enferma, y aprender que era la “anorexia nerviosa”, diagnóstico que recibió junto al apoyo de ALDA.
“Me enseñan a comer, me dan hasta un tiempo para masticar y tragar cada bocado, como también cuando y como tomar un trago de agua, es difícil, pero creo que estoy mejorando.”
Ximena se animó a hacer planes, y a futuro dijo querer seguir con la facultad, trabajar, y volver a tener amigos.

El tratamiento ambulante que debe cumplir sin errores, para lograr una recuperación real y sin recaídas, consiste en viajar semanalmente a Mendoza, tomar la medicación indicada, y comer como le enseñaron.
Este tratamiento tiene un costo de $70.000, y la obra social solo cubre un porcentaje. A su vez se suma, el dinero de los pasajes, la estadía y los medicamentos.
Para quienes quieran ayudarla, la familia abrió una cuenta bancaria: 7320124092/ usuario 36070 banco nación, sucursal 3583.

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